domingo, 25 de diciembre de 2011

La cruda realidad.


Valientes es decir las cosas a la cara, que fácil es la falsedad, el poner etiquetas en juzgar. Pero nadie dice nada si le molesta, es mejor callarse y comerse por dentro la moral. Habláis sin saber, solo por el placer de criticar, llevado por los cánones que marca la sociedad, pues no quiero ser como las demás, decirme lo que pensáis a la cara, vuestros susurros que se conviertan en gritos. Yo seguiré siendo un mal ejemplo para todos pero no hago daño a nadie, vivo mi vida, disfruto de mi cuerpo y mi mente.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Que te quería.

Que hoy te veo, y aunque lo intente no se me olvida, que eras tu el que no creía en las despedidas, aun sigo siendo la misma loca que en tus sabanas se perdia, a fin de cuentas no soy distinta de aquella idiota.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

De muy vez en cuando:)

Tengo el vicio de reírme sola como una loca mientras recuerdo tonterías. El de caminar sonriendo, sobre todo después de ver a alguien especial. De escuchar la misma canción muchas veces, de tranquilizarme bailando. De escribir frases sueltas y pensar que algún día alguien me las dirá. El vicio de hacer lo posible para sentirme mejor. El de no sentirme mal cuando estoy triste, sino el de disfrutar un poco de la tristeza. El vicio de soplar al aire cuando hace frío. El de dormir y soñar rarezas, soy capaz de inventar otro mundo. El vicio de fallar en cosas fáciles y acertar las difíciles, una y otra vez. De sentarme atrás en el coche y pensar en nada. Tengo el vicio de siempre creer que no me van a fallar. Y el de empezar las cosas por su final.

Lo que diga la gente.

Siempre he deseado a ese alguien que complete mis frases cuando las dejo inacabadas. Que no me pida tiempo cuando sabe que lo primero para mi soy yo, que mi formación, que mi futuro, soy yo, que eso es eterno y no el amor que puede ser pasajero. Y tú,has venido en silencio sin derrumbar demasiado mi rutina, sin pedirme más, solo te quedas a mi lado, comprendes mi filosofía. Pero solo eres un amigo, querido, creo que me he enamorado, pero ahora soy yo la que me cuestiono si no seré la que romperé tu calma, tu rutina establecida.

martes, 6 de diciembre de 2011

Ellas, mi vida entera.

Fue cuestión de horas saber que ibais a estar ahí siempre. Con lo difícil que es hoy en día encontrar un grupo lo vuestro fue sin base de gel lubricante, sin forzar. Gracias, por dejarme formar parte de algo, gracias por formar una parte imprescindible de mi vida. Y aunque el tiempo, los años se echen sobre nuestras espaldas todo sigue igual, con un café de por medio. Hagamos cualquier plan loco, eso que nos identifica, bailemos en medio de cualquier sitio sin importar las criticas. La naturaleza de vuestras palabras, que entendáis lo social, que seáis tan como yo, que sea tan como vosotras. Compartir todo para ser más que nada.

Vivir soñando, la vida práctica es un lio.

Solo te pedía la mano para que seas un apoyo, eras solo una ayuda para levantar, no pedía mas, solo esa red en la que poder caer si algo va mal. Pero lo interpretaste mal, decidiste por mi, hablabas por mi, haciendo de mi mundo algo gris a un negro opaco del que era difícil salir. Y cuando te rogaba que soltaras mi mano insistías en que no esta preparada, te adjudicaste sin razón mi voz. Pero finalmente me levante sola, di un paso hacia atrás, sin miedo a tropezar y salte los obstáculos que la vida me ponía sin tu mano, sin tus consejos de autoridad. Que te diera la mano no te permitía el placer de poseerme entera.

Simplemente

Engañarse, hagamos como que no paso nada, el tiempo nos dará la razón. Llega el invierno como otro año más, decorare de nuevo el árbol por tradición, lo haré sola mientras resuena en mi cabeza tu voz cantando esos malditos villancicos, bailábamos al son de la Nochebuena, sin motivo aparente solo dejándonos llevar por la alegría de la celebración, una excusa para estar juntos. Y no será lo mismo si tu no estas, pondré una caja vacía con tu nombre, esperando a que lo recojas, lo dejaré como muestra de como me has dejado, como me he quedado, con el corazón en la mano te diré que las luces no brillan en la misma intensidad.